Los cristianos recibimos la presencia del Resucitado no solo con el corazón que se alegra, si no con la mente que se llena de luz, esa luz que como a los discípulos de Emaús les abrió el entendimiento. Es así como la pasión de Cristo debe llegar a todo nuestro ser y a toda la comunidad.
Reflexionar la resurrección de Cristo no implica darnos a la presunción de como quien pretende entenderlo todo, tampoco como quien pretende ser racionalista y explicarlo con incredulidad; es más bien como nos lo han dicho en el camino los grandes santos. Esta meditación es para recibir con mayor abundancia lo que Dios quiere entregarnos; es para acercarnos a la meta y término de toda la vida de Jesucristo. Es en esa victoria donde está nuestra alegría, nuestra lucha, nuestra esperanza, porque en la resurrección participamos de la cruz.
¿Por qué la discreción del Resucitado?: Nos resulta difícil de entender por qué si la cruz fue visible a todos, incluso fue en las entradas a Jerusalén y muchos pudieron ver ese dolor, por qué solo hay algunos testigos escogidos (Hch 10, 39-41) y esto es porque el resucitado es el mismo crucificado; El que llegó a la cruz por amor nos sigue amando con el mismo y mayor amor que desplegó en la cruz. Porque la imposición de su presencia no despierta amor si no miedo, porque la imposición de su gloria no despierta conversión si no cobardía. Jesucristo no quiso imponerse, Él quiere invitar, Él quiere tocar a la puerta (Ap 3, 20). La fe no se impone desde afuera, es humilde semilla que tiene que nacer desde adentro, desde la convicción de un corazón que entra por el arrepentimiento, por el conocimiento de sí mismo y por la oferta del Dios humilde.
¿Por qué sólo unos testigos escogidos?: Porque el testigo tiene que decir – “Yo lo vi”; para que, desde la semilla de su testimonio, la buena noticia pudiera llegar a todas las naciones. Es por esta razón que los apóstoles fueron esos testigos y así mismo bajo este criterio de testigo, se elige a Matías como tal para ocupar el lugar de Judas Iscariote, siendo así que pocos podían ocupar este lugar de testigo, ya que debía ser elegido alguien que hubiera estado con Jesus desde su bautismo hasta su resurrección.
¿Por qué se le aparece primero a las mujeres?: Basado en la tercera parte de la Obra Magna de Santo Tomás de Aquino, La Suma Teológica, se dice que es porque la mujer fue la primera en llevar al pecado, tristemente engañada por la serpiente, entonces es así como la mujer es elegida por Jesus para llevar la buena noticia, y es que desde el génesis se muestra como la mujer tiene una fuerza particular para convencer, y cuando camina por las sendas del Señor, ella puede llevar a bien a toda una familia. Por otra parte, la mujer entre otros despreciados en la sociedad de aquellos tiempos, es exaltada de esta manera por Cristo. Otra razón es porque con mucha frecuencia, el amor tiene mayor protagonismo en la mujer y es tan intenso que va más allá de todo calculo. (como lo muestra en Mc 16, 1-8) y es así como Jesus quiere ser amado.
¿Por qué sucedía tantas veces que no reconocían a Cristo?: Las respuestas tentativas son que en aquellos tiempos dice la biblia, los que lo escuchaban eran cientos incluso miles, lo que supone que su voz era más conocida que su rostro (Jn 10, 27). Otra es que los discípulos estaban demasiado tristes, cuenta en Lc24, 17 que tenían el rostro apesadumbrado, y es que la tristeza nos vuelve ciegos. Por último, se explica que esta falta de reconocimiento a Jesucristo resucitado se dio por una combinación providente y sabia de cómo quiso Jesus mostrar el esplendor de su nueva condición entre características de un cuerpo humano (que come entre ellos) y características que son imposibles para un cuerpo humano (como cuando entraba a lugares encerrados) mostrando así lo que llaman los teólogos “Cuerpo Glorioso”.
¿Por qué algunos niegan la resurrección?: Negar la resurrección es una herejía. La resurrección es un acontecimiento que supera nuestra inteligencia, nuestro entendimiento y creer que negar el misterio nos acerca más a él, es un gravísimo error. De la creación del mundo y del universo, así como de la resurrección de Jesucristo, solo podemos decir humildemente que “nadie obligó, Él quiso hacerlo y quiso depositar su amor en alguien distinto a sí mismo”.
¿Por qué las autoridades judías temían tanto que se hablara de la resurrección? Porque el que cree en la resurrección les pierde el miedo a los tiranos, a los torturadores. Las autoridades judías pensaban: si se riega la fe en la resurrección, aquí va a haber gente que no le tiene miedo a nadie, que no se detendrá por nada. (2 M, 7). Es por esto que la resurrección es esa fuerza de nuestro mensaje al mundo.
¿Qué significa la resurrección de la carne?: Significa que el bautismo es la unión verdadera con la pascua de Cristo, es la unión con la victoria de Cristo, y por eso nosotros seguimos el mismo camino unidos a Él a través del bautismo y la eucaristía principalmente. La resurrección de la carne no es un acto de nuestro mérito ni de nuestro deseo, sino que es un acto que completa la victoria del Señor ya que, la misma fuerza que está en El, la misma vida que está en El, el mismo Espíritu que lo resucitó de entre los muertos, resucitará a nuestros cuerpos mortales.