Con la llegada del invierno, nuestro organismo tiene que enfrentarse a más adversarios.

Para mantener nuestro sistema inmunológico fuerte, uno de los puntos más importantes para lograrlo es que el régimen alimenticio contenga todos los grupos de la pirámide alimenticia, hay que pensar en el conjunto y no atribuirle propiedades especiales a unos alimentos u otros.

Por lo que nuestra alimentación, debe componerse de:

  • Frutas, verduras, pescado azul (atún, cazón, sardina), aceite de oliva, frutos secos, legumbres (Dieta mediterránea).
  • Vitaminas: Especialmente la A, B, C y E, mantienen en buen estado las células que recubren el interior de las células respiratorias.
  • Miel, ajo, cebolla, frutos rojos, setas y champiñones (champiñón blanco, marrón claro y portobello marrón claro.
  • También deben estar presentes los cereales integrales, los lácteos bajos en grasa, las carnes magras (pollo, conejo, ternera, pescado, lomo o solomillo de cerdo, pechuga de pavo y el huevo”.

 

El número de raciones que debemos tomar de cada grupo habrá que adaptarlas a la edad, el sexo y la actividad física de cada persona, aunque a modo general, la mayoría se pueden consumir con una frecuencia diaria y semanal.

 

Los que debemos alternar con frecuencia semanal son principalmente los alimentos proteicos, tanto de origen animal como vegetal, para los cuales las recomendaciones serían:

“Consumir más pescado que carne a lo largo de la semana, elegir principalmente carnes blancas en lugar de rojas, alternar entre el pescado blanco y azul e introducir huevos a lo largo de la semana”, concluye la nutricionista Leila Pérez, quien confía en los alimentos para superar estas adversidades.

 

Tomado de CuidatePlus

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